El gobierno de Perú, anunció este martes que se preparaba para un corte masivo de agua que dejará desde el 6 de octubre sin servicio a más de la mitad de sus 10 millones de habitantes y que enfrenta críticas por el origen de la medida.
«No es un problema de desabastecimiento (…), es un trabajo programado para asegurar la sostenibilidad del servicio», matizó la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, en un intento de calmar a una población temerosa de que el fenómeno climático El Niño sea la causa detrás del corte.
La suspensión está programada para durar hasta 96 horas y afectará a 22 de los 43 distritos de Lima, situada a orillas del océano Pacífico y una de las pocas capitales del mundo, junto a El Cairo, que se levanta sobre un desierto.
De otro lado, desde el Congreso de la República se exigió a Sedapal revele los «lanes de contingencia que se aplicarán «a fin de que los usuarios no se vean afectados por la falta de agua potable”, informó el portal de noticias locales Perú 21.
Wilson Soto, presidente las comisión parlamentaria de Defensa de Consumidor y Organismos Reguladores lamentó que se informe súbitamente la restricción del servicio. «Sedapal, como empresa responsable de la distribución del agua potable de Lima y Callao, debe tener planes de contingencia para estas situaciones”, finalizó el responsable citado por Perú 21.
Con información de Deutsche Welle
