La minería de oro en la Amazonía peruana está fulminando uno de los ecosistemas más valiosos para combatir el cambio climático: los humedales de turberas. Un estudio sostiene que en los dos últimos años se ha destruido tanta extensión como en las tres décadas anteriores juntas.
La mayoría de las turberas amazónicas de Perú son humedales de palmeras, donde la hojarasca y las raíces en descomposición se han acumulado durante milenios convirtiéndose en profundas capas de turba, que constituyen grandes almacenes naturales de dióxido de carbono (CO2), el gas que más contribuye al cambio climático.
Durante décadas, la minería de oro a pequeña escala ha prosperado a lo largo de los ríos de la región peruana de Madre de Dios y ha dejado grandes áreas deforestadas con el consiguiente impacto en las emisiones y la biodiversidad.
Pero hasta ahora no se había hecho un estudio a gran escala, como este, sobre el impacto de la minería de oro en las turberas.
Con información de DW